Duele que pongan la mesa de paz en un debate político: alias ‘Carlos Pesebre’ por evento en Medellín

Una nueva polémica envuelve al presidente Gustavo Petro, después de que en el evento ‘paz urbana’ en la ciudad de Medellín, invitara a algunos exmiembros de bandas urbanas del país. El mandatario justificó que su presencia tenía un enfoque dirigido a la reparación del tejido social y buscaba conciliar todo el pasado de violencia que ha padecido la capital antioqueña.

Uno de los invitados fue Freiner Ramírez, alias ‘Carlos Pesebre’. Él, fue capturado el 19 de marzo de 2013 y condenado a una pena de 36 años por el delito de homicidio agravado. Hoy desempeña como vocero de las estructuras armadas de Medellín y del Valle de Arauca.

“El evento que hicieron era para la paz urbana, por eso nos invitaron”

En primer lugar, Ramírez aclaró ciertos rumores: "yo no soy cabecilla de ninguna banda. Yo soy vocero de una estructura delincuencial del Valle de Aburra, que está en unos diálogos y acercamientos con el gobierno nacional".

De igual forma, explicó que el evento tenía como fin la paz urbana del país, y que para entender la problemática es necesario tener un “marco que lo atienda”, razón principal por la que ellos fueron llevados a la mesa.

¿Cuál es el propósito de la mesa de diálogo con el Gobierno Nacional?

La mesa nació hace 2 años en la cárcel de Itagüí, desde entonces delegados del gobierno como el Dr. Jorge Mejía o el general Salgado se han reunido con las estructuras dos veces al mes para analizar los fenómenos y factores que inducen a los jóvenes a la criminalidad, y posteriormente diagnosticar la causa y proponer soluciones.

“Porque igual como usted y la mayoría del país, el gobierno no entendía cuál era la dinámica de las estructuras criminales de esta ciudad. Como ustedes saben, se fundaron en los tiempos de Pablo Escobar y después hubo varias guerras en las comunas contra las milicias y los paramilitares”, explicó.

¿Qué se ha logrado deducir en la mesa de negociación?

Ramírez manifestó que en estos dos años se han enfocado en crear la agenda junto con las víctimas del conflicto, donde se ha llegado entender que el abandono del Estado y la falta de oportunidades, convierten a las estructuras delincuenciales, en la única opción de vida para los jóvenes.

Aun así, admitió que el proceso ha tenido ciertas limitaciones: “Venimos hablando y dialogando desde una cárcel, porque el contacto con la sociedad civil ha sido mínimo, con las víctimas ha sido mínimo y fuera de eso le sumamos los enemigos de este proceso que creen que hay algún trato por debajo la mesa, o algo ilegal, cuando no es así”.

¿Cuál ha sido la función de los voceros?

La labor de los voceros ha sido ardua y bastante dedicada. Ramírez puntualizó algunos puntos específicos como:

• Procurar que las estructuras de Medellín no tengan más confrontaciones
• Ser intermediarios entre el gobierno y las estructuras para empezar a concientizar el tema de no utilización de menores
• Prevenir el consumo de fentanilo en la ciudad
• Tratar los temas de las fronteras invisibles para que los jóvenes puedan asistir a los colegios

Para finalizar, Ramírez expuso que los índices de violencia y homicidios han bajado desde entonces. Así mismo, reiteró una vez más que, “no somos ni derecha, ni izquierda... a nosotros nos duele que tengan la mesa de paz en un debate político. Lo que nos interesa es que haya paz en los barrios, que haya tranquilidad, que los jóvenes salven su vida”.