Indignación en Cúcuta por nuevo caso de maltrato animal
El presunto responsable, un hombre de 83 años, fue capturado.

Víctor Caicedo, concejal de Cúcuta. / Foto: Concejo.
Cúcuta.
Un nuevo y doloroso caso de maltrato animal sacude a Cúcuta. Esta vez, la víctima fue una perrita que habría sido ahorcada por su propio dueño, un hombre de 83 años, luego de que el animal se comiera el almuerzo que él tenía servido.
El hecho ocurrió en el barrio Nidia y fue denunciado por la comunidad que alertó a las autoridades con imágenes del brutal acto.
“Encontraron a la perrita colgada del cuello, amarrada en el solar de la casa. El hombre, con total frialdad, reconoció que tomó justicia por mano propia y acabó con la vida del animal porque se había comido su comida”, relató el concejal animalista Víctor Caicedo, quien acompañó a los uniformados de la Policía de Carabineros en la atención del caso.
La necropsia practicada por un médico veterinario reveló un panorama aún más desgarrador. Según el dictamen, la perrita presentaba signos de desnutrición severa: en su intestino no había materia fecal y en el estómago solo se encontró medio vaso de líquido con restos de comida, posiblemente lo único que había ingerido en varios días. “La mataron por medio vaso de sopa”, lamentó el concejal.
El caso fue dejado en conocimiento del Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (GELMA) de la Fiscalía, que está a la espera de formalizar la noticia criminal.
Según la Ley 1774 de 2016 y la Ley 2354, conocida como Ley Ángel, el maltrato con resultado de muerte puede conllevar penas de entre 40 y 56 meses de prisión.
Sin embargo, debido a la edad del señalado agresor y sus condiciones de salud, existe la posibilidad de que no enfrente cárcel efectiva.
“El proceso apenas comienza y está en manos del operador judicial. Pero este caso no puede quedar impune. No se puede seguir normalizando el maltrato animal, ni permitir que por edad o excusas personales se justifiquen estos crímenes”, añadió Caicedo.
Desde que se sancionó la Ley Ángel en abril, en Cúcuta se han aplicado penas privativas de la libertad en al menos cuatro casos, lo que marca un precedente legal, aunque el reto sigue siendo lograr sanciones ejemplares que prevengan estos hechos.
Caicedo también advirtió que en la ciudad se vienen presentando casos recurrentes de envenenamiento de perros y gatos, especialmente durante la madrugada, lo que pone en riesgo no solo la vida de los animales, sino también la de las personas que los sacan a pasear.
El llamado a la comunidad es claro: denunciar, no quedarse callados y proteger a los animales como seres sintientes.